viernes, 30 de enero de 2009

ALL IS FULL OF LOVE




La libertad y el amor para mí son los estados supremos. Ni siquiera la belleza es tan fundamental, porque es una consecuencia del amor. Björk, en el post anterior, se entregaba a la libertad para entregarnos la libertad. Ahora hace lo mismo con el amor. La religión se trata de esto y, como dice Raimon Panikkar, ninguna religión tiene el monopolio de la Religión. La religión es (no sólo etimológicamente) re-unión, igual que el amor. Spinetta sugiere reunir el mundo disperso. Y aunque me enteré de que es una etimología falsa, no deja de ser linda la historia de que amor viene de a-mort, sin muerte.
De yapa la sabiduría de Panikkar meditando sobre amor y no-dualidad en el hinduismo y en el cristianismo (él dice que se siente 100% hindú y 100% cristiano).








ALL IS FULL OF LOVE


You'll be given love
you'll be taken care of
you'll be given love
you have to trust it

Maybe not from the sources
you have poured yours

Maybe not from the directions
you are staring at

Trust your head around
it's all around you
all is full of love
all around you

All is full of love : you just ain't receiving
All is full of love : your phone is off the hook
All is full of love : your doors are all shut

All is full of love



En el Royal Opera House


Un momento hermoso en Méjico



Y el video original

martes, 27 de enero de 2009

DECLARE INDEPENDENCE




Cada vez que escucho esta canción de Björk experimento, aunque sea por un instante, una forma de la libertad. I shin den shin (de mi corazón a tu corazón), así es la transmisión del dharma para el budismo. Y así es para nosotros lo que pasa cuando nuestra disposición es justa y dejamos que un músico vuelque en nuestro interior la fuente de la que emanan sus vibraciones sonoras.
Dejo que Björk vuelque su interior en mi interior y así descubro que la libertad más radical tiene su depósito de dinamita adentro nuestro. El detonador varía para cada uno. Probá con esta canción.






DECLARE INDEPENDENCE

declare independence
don't let them do that to you
declare independence
don't let them do that to you

- justice-

declare independence
don't let them do that to you
declare independence
don't let them do that to you

- justice -

start your own currency
make your own stamp
protect your language

- justice -

declare independence
don't let them do that to you
declare independence
don't let them do that to you

make your own flag
make your own flag
make your own flag
make your own flag

raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-

declare independence
don't let them do that to you
declare independence
don't let them do that to you

damn colonists
ignore their patronizing
tear off their blindfold
open their eyes

declare independence
don't let them do that to you
declare independence
don't let them do that to you

with a flag and a trumpet
go to the top
of your highest mountain

and raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-
raise your flag -higher higher-

declare independence
don't let them do that to you
declare independence
don't let them do that to you

raise the flag




El video oficial


Una versión en el show de Jools Holland

EL ANO SOLAR

Ordenando papeles viejos encontré la fotocopia de este texto, El ano solar, de Georges Bataille. Sólo le agrego un epígrafe: el poema Diario de un seductor, del poeta español Leopoldo María Panero, y un video en que la música griega, Diamanda Galas, toca I put a spell on you.



DIARIO DE UN SEDUCTOR

No es tu sexo lo que en tu sexo busco
sino ensuciar tu alma:
desflorar
con todo el barro de la vida
lo que aún no ha vivido.








Está claro que el mundo es puramente paródico, es decir, que cada cosa que miramos es la parodia de otra, o incluso la misma cosa bajo una forma engañosa.
Desde que las frases circulan en los cerebros ocupados en reflexionar, se ha procedido a una identificación total, ya que, con la ayuda de una cópula, cada frase liga una cosa a otra; y todo estaría visiblemente ligado si se abarcara con una sola mirada el trazado, en su totalidad, que deja un hilo de Ariadna, conduciendo el pensamiento en su propio laberinto.
Sin embargo, la cópula de los términos no es menos irritante que la de los cuerpos. Y cuando grito: SOY EL SOL, me sobreviene una erección completa, pues el verbo ser es el vehículo del frenesí amoroso.
Todo el mundo es consciente de que la vida es paródica y necesita una interpretación.
Así, el plomo es la parodia del oro.
El aire es la parodia del agua.
El cerebro es la parodia del ecuador.
El coito es la parodia del crimen.









El oro, el agua, el ecuador o el crimen pueden enunciarse indiferentemente como el principio de todas las cosas.
Y si el origen no se asemeja al suelo del planeta que parece ser la base, sino al movimiento circular que el planeta describe alrededor de un centro móvil, un coche, un reloj o una máquina de coser pueden aceptarse igualmente como principio generador.









Los dos movimientos principales son el movimiento rotativo y el movimiento sexual, cuya combinación se expresa mediante una locomotora compuesta de ruedas y de pistones.
Estos dos movimientos se transforman uno en otro recíprocamente.
De este modo constatamos que la tierra al girar hace copular a los animales y a los hombres, y (como lo que resulta es también la causa de lo que provoca) que los animales y los hombres hacen girar a la tierra copulando.
La combinación o transformación mecánica de estos movimientos es lo que los alquimistas buscaban bajo el nombre de piedra filosofal.
Como consecuencia de esta combinación de valor mágico, la situación actual del hombre está determinada en medio de los elementos.









Un zapato abandonado, un diente cariado, una nariz demasiado corta, el cocinero escupiendo en la comida de sus señores, son al amor lo que el pabellón es a la nacionalidad.
Un paraguas, una sexagenaria, un seminarista, el olor de los huevos podridos, los ojos penetrantes de los jueces, son las raíces por las que el amor se nutre.
Un perro devorando el estómago de un oca, una mujer ebria que vomita, un contable que solloza, un tarro de mostaza, representan la confusión que sirve al amor de vehículo.










A un hombre situado en medio de los otros hombres le irrita saber por qué él no es uno de los otros.
Acostado en una cama junto a una chica que ama, olvida que no sabe por qué es él, en lugar de ser el cuerpo que toca.
Ignorándolo todo, sufre a causa de la oscuridad de la inteligencia, que le impide gritar que él mismo es la chica que olvida su presencia agitándose en sus brazos.









El amor, o la cólera infantil, o la vanidad de una heredera de provincia, o la pornografía clerical, o el solo de una cantante, hacen divagar a los personajes olvidados en apartamentos polvorientos.
Se esforzarán en buscarse ávidamente unos a otros: nunca encontrarán más que imágenes paródicas y se dormirán tan vacíos como los espejos.










La chica ausente e inerte que está suspendida en mis brazos, sin hacerme ilusiones, no me es menos extraña que la puerta o la ventana a través de la(s) que puedo mirar o pasar.
Encuentro la indiferencia (que le permite abandonarme) cuando me duermo por incapacidad de amar los acontecimientos.
Le es imposible saber a quién encuentra cuando la estrecho porque ella representa obstinadamente un completo olvido.
Los sistemas planetarios, que giran en el espacio como rápidos discos y cuyo centro se desplaza igualmente describiendo un círculo infinitamente más grande, se alejan continuamente de su propia posición para volver a ella acabando su rotación.
El movimiento es la figura del amor incapaz de detenerse sobre un ser en particular y pasando rápidamente de uno a otro.
Aunque el olvido, que así lo condiciona, no es más que un subterfugio de la memoria.






Un hombre se levanta tan bruscamente como un espectro sobre un ataúd y se acuesta de la misma manera.
Vuelve a levantarse algunas horas después y se acuesta de nuevo y continúa así cada día: este gran coito con la atmósfera celeste está regulado por la rotación terrestre frente al sol.
Así, aunque el movimiento de la vida terrestre esté acompasado por esta rotación, la imagen de este movimiento no es la tierra que gira, sino la verga penetrando a la hembra y saliendo de ella casi por completo para volver a penetrar.









El amor y la vida parecen individuales sobre la tierra sólo porque en ella todo se rompe por vibraciones de amplitud y duración diversas.
Sin embargo, no existen vibraciones que no estén conjugadas con un movimiento circular continuo, lo mismo que la locomotora que rueda sobre la superficie de la tierra, imagen de la metamorfosis continua.
Los seres sólo mueren para nacer a la manera de los falos que salen de los cuerpos para volver a penetrarlos.
Las plantas se elevan en la dirección del sol y se acuestan a continuación en la dirección del suelo.
Los árboles erizan el suelo terrestre de una cantidad innumerable de floridas vergas apuntando hacia el sol.
Los árboles que crecen con fuerza acaban quemados por el rayo, talados, o desarraigados.
Devueltos al suelo, se elevan idéntícamente con una forma distinta.
Y su coito polimorfo está en función de la uniforme rotación terrestre.
La imagen más simple de la vida orgánica unida a la rotación es la marea.
Del movimiento del mar, coito uniforme de la tierra con la luna, procede el coito polimorfo y orgánico de la tierra y el sol.
Sin embargo, la primera forma del amor solar es una nube que se eleva por encima del líquido elemento.
La nube erótica se torna a veces tormenta y vuelve a caer a la tierra en forma de lluvia, mientras el rayo desfonda las capas de la atmósfera.
La lluvia vuelve a elevarse pronto en forma de planta inmóvil.









La vida animal procede en su totalidad del movimiento de los mares, y en el interior de los cuerpos la vida continúa emergiendo del agua salada.
El mar ha jugado así el papel del órgano hembra que se licúa bajo la excitación de la verga.
El mar se masturba continuamente.
Los elementos sólidos que contiene, removidos por el agua animada de un movimiento erótico, resplandecen en forma de peces voladores.









La erección y el sol escandalizan lo mismo que el cadáver y la oscuridad de las cuevas.
Los vegetales se dirigen uniformemente hacia el sol y, por el contrario, los seres humanos, aunque sean faloides como los árboles, en oposición al resto de los animales, desvían necesariamente los ojos.
Los ojos humanos no soportan ni el sol, ni el coito, ni el cadáver, ni la oscuridad, sino con reacciones diferentes.








Cuando tengo el rostro inyectado en sangre, se torna rojo y obsceno.
Traiciona al mismo tiempo, por mórbidos reflejos, la sangrienta erección y una sed exigente de impudor y de desenfreno criminal.
Por eso no temo afirmar que mi rostro es un escándalo y que mis pasiones sólo puede expresarlas el JÉSUVE.
El globo terrestre está cubierto de volcanes que le sirven de anos.
Y aunque este globo no devore nada, a veces arroja al exterior el contenido de sus entrañas.
Ese contenido surge estrepitosamente y vuelve a caer chorreando por las pendientes del Jésuve, sembrando por todas partes el terror y la muerte.








En efecto, los movimientos eróticos del suelo no son fecundos como los de las aguas, pero son mucho más rápidos.
La tierra se masturba a veces con frenesí y sobre su superficie todo se desploma.









El Jésuve es, así, la imagen del movimiento erótico, dando por fractura a las ideas contenidas en la mente la fuerza de una erupción escandalosa.
Aquellos en los que se acumula la fuerza de erupción se sitúan necesariamente abajo.
Los obreros comunistas parecen a los burgueses tan feos y tan sucios como las partes sexuales y velludas o partes bajas: tarde o temprano tendrá lugar una erupción escandalosa en el curso de la cual las cabezas asexuadas y nobles de los burgueses serán cortadas.


Desastres, las revoluciones y los volcanes no hacen el amor con los astros.
Las deflagraciones eróticas revolucionarias y volcánicas están en antagonismo con el cielo.
Lo mismo que los amores violentos, se producen quebrantando la fecundidad.
A la fecundidad celeste se oponen los desastres terrestres, imagen del amor terrestre incondicional, erección sin fin ni regla, escándalo y terror.







El amor exclama así en mi propia garganta: soy el Jésuve, inmunda parodia del sol tórrido y cegador.


Desearía ser degollado violando a la chica a quien hubiera podido decir: eres la noche.
El Sol ama exclusivamente la Noche y dirige hacia la tierra su violencia luminosa, verga innoble, pero se encuentra en la incapacidad de conmover la mirada o la noche, aunque las nocturnas extensiones terrestres se dirigen continuamente hacia la inmundicia del rayo solar.
El anillo solar es el ano intacto de su cuerpo a los dieciocho años, al cual nada tan cegador puede compararse, con la excepción del sol, aunque el ano sea la noche.


viernes, 23 de enero de 2009

VIVIR EL SUEÑO DEL VINO


















Li Po, China, s. VIII d.C. (Dinastía Tang). Murió ahogado en el río Yangtze al caer de su bote, en un intento definitivo de abrazar la luna en el agua. Tal vez el vino ya hubiera sido suficiente para él, será que, agotado ese cauce, entonces quisiera beber la luna en su aparición más henchida de materia (¿para confirmar la ilusión de su forma?). El vino no habría podido ya satisfacer la necesidad de la pura ilusión somatizada: no sólo el interior del cuerpo, también la piel debía recubrirse de esa ilusión que, en definitiva, es la cara más real de la poesía.
O tal vez sólo se tropezó, borracho, pasado, por querer caminar en su bote a oscuras. ¿Habrá reencarnado doce siglos más tarde en Tom Waits? Si así fuera, podemos quedarnos tranquilos, porque la torpeza de los zapatos de Tom Waits puede hacerlo caer, en el peor de los casos, en el reflejo que hace la luna en un charco apenas profundo, sobre el asfalto.
Cinco poemas de Li Po y uno que Tu Fu le dedicó a él.



























Pálida y vagorosa es la luz de la luna.
Al monótono ritmo de la pala,
que bate la colada con millares de golpes,
se mezclan los gemidos del viento de otoño.
!Qué acordado el concierto de esta triste armonía
con tristes pensamientos!
¿Cuándo, cuándo los bárbaros serán pacificados?
¿Cuándo vendrá el amado
de combatir en las tierras lejanas?


























Una jarra de vino entre las flores.
No hay ningún camarada para beber conmigo,
pero invito a la luna
y, contando a mi sombra, somos tres...
Mas la luna no bebe,
mi sombra se contenta con seguirme.
Tardaré poco en separarme de ella;
!la primavera es tiempo de alegría!






















¿Cuánto podrá durar para nosotros el disfrute del oro, la posesión del jade?
Cien años cuando más: éste es el término de la esperanza máxima.
Vivir y morir luego; he aquí la sola seguridad del hombre.
Escuchad, allá lejos, bajo los rayos de la luna, el mono, acurrucado y solo,
llorar sobre las tumbas.
Y ahora llenad mi copa: es el momento de vaciarla de un trago.























Me abandona el pasado, para siempre perdido,
y me punza la angustia del presente.
El otoño despide a los patos silvestres y aúlla el huracán.
Es bueno contemplarlo bebiendo desde la torre alta.
¿Dónde las grandes obras que aspiraban a la inmortalidad?
Y los grandes talentos de la época Kien-ngan, ¿qué se hicieron? ¿Y el ilustre poeta Sie, a quien este pabellón fue consagrado?
Espíritu de alto vuelo
que ambicionó subir al cielo y que miró a la luna muy de cerca.
Cortad con vuestra espada la corriente del río: el río seguirá corriendo;
sumergid en el vino la pena: será mayor la pesadumbre.
Mañana iremos a remar con el cabello al viento.


























El que vive es un viajero en tránsito,
el que muere es un hombre que torna a su morada.
Un trayecto muy breve entre el cielo y la tierra,
¡Ahimé!, y ya no somos más que el viejo polvo de los diez mil siglos.
El conejo en la lnua busca en vano el elixir de la vida.
Fu Sang, el árbol de la inmortalidad, se ha desmoronado en un montón de leña.
El hombre muere; sus blancos huesos enmudecen
cuando los verdes pinos sienten el retorno de la primavera.
Miro hacia atrás y suspiro; miro hacia adelante y suspiro.
¿Hay algo sólido en la vaporosa gloria de la vida?

























Ya tres noches seguidas he soñado contigo.
Estabas a mi puerta,
pasándote la mano por el blanco cabello,
como si una gran pena te acibarase el alma...
Al cabo de diez mil, cien mil otoños,
no tendrás otro premio que el inútil
de la inmortalidad

(De Tu Fu a Li Po)




martes, 20 de enero de 2009

ALREDEDOR DE UNA JAULA

Como segunda parte del post dedicado a John Cage, estos poemas de mi gran maestro del ruido en verso, Guillermo Saavedra, de su libro Alrededor de una jaula, que lleva por subtítulo Tentativas sobre Cage y fue editado en la Biblioteca del erizo en 1995.

Se trata de mesósticos, forma que funcionó como límite, también, del aliento de Cage. Por ese motivo hice fotos de los poemas, me di cuenta de que tipeándolos era difícil conservar el nombre, John Cage, que atraviesa verticalmente cada poema.

Dice Guillermo Saavedra:

Estos poemas nacieron de una forma particular de la casualidad que sólo puede ver la luz en el aire de algunas conversaciones.
Para el caso, debo citar antes que nada el diálogo oblicuo y apenas recíproco que me ha sido dado mantener desde hace algunos años con el pensamiento de John Cage.






















































































viernes, 16 de enero de 2009

DIÁLOGO






Charlábamos con Fran y Lu. En algún instante de la noche, tratando de generar un acuerdo:

G: Para mí es como un azar necesario, es el momento siempre nuevo y siempre azaroso pero anotado en el plan divino, en tanto Dios es la infinita posibilidad.

L: Es como... (y acá se produjo una luz profunda)... DE TODO LO POSIBLE, LO ÚNICO POSIBLE.



martes, 13 de enero de 2009

DALE LUZ AL INSTANTE



Keiji Haino, no es zen? La entrega, la espontaneidad, la trascendencia de la duda, de la lógica, sólo aquí y ahora, sin límites, la atención perfecta en el instante, el silencio como ruido no organizable,
cuerpo y espíritu fundidos en el eco de la voz original.














Y Derek Bailey? No es un iluminado? No es hermoso que una guitarra pueda producir luz?