viernes, 30 de noviembre de 2012

AL FIN SOY LIBRE




Al fin soy libre,
apenas puedo ver delante de mí.

(At last I am free, Robert Wyatt, 2010)




viernes, 23 de noviembre de 2012

SUAVE DESPERTAR BIEN AFILADO



¿Cómo hablar de Keiji Haino para hacer justicia a su rareza? Tal vez la mejor manera sería recordar lo que Derek Bailey respondió cuando le preguntaron qué pensaba sobre él. Dijo: "es tan raro como yo". Que lo haya dicho Derek Bailey (con quien Haino grabó dos discos, un dúo de guitarras y un disco de "canciones" con Bailey a la guitarra y él en la voz) resulta especialmente significativo, no sólo por haber sido uno de los fundadores del movimiento de música improvisada europea a finales de la década del sesenta sino sobre todo por la extrema singularidad de su estilo guitarrístico. Derek Bailey inventó un lenguaje del cual, sin dudas, Haino es heredero, pero no como su discípulo (Derek Bailey no tuvo discípulos) sino como ramificación o expansión de las posibilidades creativas que abre su sintaxis. Si uno quisiera hacer una genealogía del estilo de Haino habría que incluir, seguramente, muchas otras músicas. Además de las provenientes de la improvisación "no idiomática" (como se suele llamar al movimiento iniciado por Bailey) habría que mencionar el rock, el blues, la música tradicional japonesa, etc., etc., etc.

Pero otra manera de hablar de Haino que podría decir más de él que un intento imposible (o aburrido) de describir su música es a través de imágenes. Algunas fotos de él y tapas de sus discos (tiene muchos, muchísimos discos) resultan expresivas de su música. Dejan ver ese a ese extraño de pelo largo (antes negrísimo, ahora de un gris denso), extravagante ropa negra y lentes a través de los cuales el mundo debe verse de una manera totalmente diferente.



 Las siguientes tres canciones, escritas e interpretadas por Haino (en guitarra y voz), pertenecen a su disco Keeping on breathing, editado en 1997.





ALLÍ



Incluso si el aquí y el allí se aproximan
Voy a encontrar aquél hueco
Y entrar
No importa cuán profundo entre
Incluso si llego a conocer la profundidad de tu herida
No me importa



AQUÍ



Ahora parte sólo una vez
Aquél que añoró la luz
Aquél que pensó que había entendido todo
Aunque va a volver aquí
Ofrendando sueños en la oscuridad
Es todo lo que puede llevar a cabo sólo un método
Algo escarlata rebosante que fluye
Alguna vez se va a volver oro verdadero
Porque tenés alas, querés decir “de nuevo”
Porque tenés una cabeza, pensás
Porque tenés manos, querés amar
Incluso diciendo “no hay nada” es una mentira
Sólo diciendo que todo “es”
Es posible es posible
Estoy aquí
Antes de estar aquí, dónde estabas?
Un lugar mejor que éste, aquél faro de luz
Eras vos?






Tú que has muerto
En qué te diferencias de nosotros que seguimos vivos
Incluso si te rendiste simplemente
El significado de esta existencia de aquí se desvanece
Suavemente suavemente  intento de homicidio
Suave despertar bien afilado 




sábado, 17 de noviembre de 2012

POR QUÉ EN ESTA NOCHE OSCURA ESTÁS TODA VESTIDA DE NEGRO






Psarantinos es un músico griego de Creta que mantiene viva la música tradicional de su isla de una manera creativa. Es decir que no sólo se dedica a rescatar, transmitir, conservar su patrimonio (actitudes que están muy bien pero que pueden designar sólo una labor institucional) sino que además elaboró un estilo propio, especialmente notable en su ejecución de la lira y en su canto. Lo que sigue son dos canciones escritas por él e interpretadas junto al ensamble Xylouris (conformado, básicamente, por su familia). En el primer tema, Mazi chará kei lipi, la que canta y toca la percusión es su hija, Niki Xylouris. Los dos temas están incluidos en el disco que aparece traducido al inglés como Mountain rebels (Rebeldes de la montaña). El título alude a la montaña Psiloritis, sobre cuya falda se encuentra Anogeia, el pueblo del cual proceden Psarantinos y su familia.




Dicha y dolor mezclados (Mazi chará kei lipi)

En tanto el dolor y la dicha
están mezclados en la vida
puede que haya dos dioses.
¿O acaso no hay dioses en absoluto?






Serenata (Kantáda)

¿Por qué en esta noche oscura
estás toda vestida de negro?
¿Será que te has enamorado
y tu amado se olvidó de ti?



sábado, 10 de noviembre de 2012

TE ABRACÉ EN LA NOCHE




Fernando Cabrera es tan buen compositor como intérprete. Atento a los requerimientos de la canción, no sólo responde al tono de lo que podría ser, en este caso, una elegía, sino que va hasta la base de una situación emotiva que se asienta en la respiración. El tomar aire es en este ocasión (y también en otras, por ejemplo en "Resurrección") un elemento central de su canto. Pero "Te abracé en la noche" no sólo toma aire, también lo pierde, y es esa pérdida, en realidad, el material de la canción. La despedida de un cuerpo que se ama alcanza a las palabras, las pierde. En esta versión, Cabrera pierde sílabas, se despide de ellas porque comprende que son puro "derroche". "Quedé a la deriva", dice la canción. Esa es la situación del cantor. No es alguien que se lamente apretando las manos contra algo que quiere sujetar, es un flotante dejar ir, pulsando cuerdas al aire, dejando que las palabras queden incompletas.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

¡Explota, corazón!





La canción es de Gonzaguinha pero probablemente sea más conocida por todos en la interpretación de Maria Bethania. De las muchas versiones que hay circulando elegí ésta porque, a pesar de la mala calidad del video (y de la instrumentación un poco molesta), registra una intensidad inigualable. Bethania es pura vitalidad y contagia su emoción y su sensualidad con la experiencia profunda de un canto que es voz, boca y cuerpo entero. Eduardo Mateo diría: "cuerpo y alma".

Posdata: mi portugués es un poco rústico, así que si alguien encuentra algo que es una barbaridad en la traducción que sigue espero que me lo haga saber. 




Explode Coração

Basta de intentar disimular y disfrazar y esconder
lo que ya no se puede ocultar y no puedo más callar,
ya que el brillo de esa mirada fue traicionero
y entregó lo que intentaste contener,
lo que no quisiste desahogar
y me cortó.

Basta de temer, llorar, sufrir, sonreír, entregarse
y perderse y hallarse y todo aquello que es vivir,
yo quiero más: abrirme y que la vida entre así
como si fuera el sol desvirgando a la madrugada,
quiero sentir el dolor de esta mañana.

Naciendo, rompiendo, rasgando, tomando mi cuerpo y entonces, yo,
llorando, gritando, gozando, adorando, sufriendo
como loca, alucinada y niña,
sintiendo mi amor derramarse,
ya no se puede asegurar: ¡explota, corazón!




domingo, 4 de noviembre de 2012

BÉSEME

"Béseme el Señor con el beso de su boca,
porque más valen tus pechos que el vino"




He notado mucho que parece que el alma está —a lo que aquí da a entender— hablando con una persona, y pide la paz de otro. Porque dice: "Béseme con el beso de su boca" [Cantares I, I]. Y luego parece que está diciendo a con quien está: "Mejores son tus pechos" [Cantares I, I]. Esto no entiendo cómo es, y no entenderlo me hace gran regalo; porque verdaderamente, hijas, no ha de mirar el alma tanto, ni la hacen mirar tanto, ni la hacen tener respeto a su Dios las cosas que acá parece podemos alcanzar con nuestros entendimientos tan bajos, como las que en ninguna manera se pueden entender. Y ansí os encomiendo mucho que, cuando leyerdes algún libro y oyerdes sermón, u pensáredes en los misterios de nuestra sagrada fe, que lo que buenamente no pudiéredes entender, no os canséis ni gastéis el pensamiento en adelgazarlo; no es para mujeres, ni aun para hombres muchas cosas.

Santa Teresa de Jesús, "Meditaciones sobre Los Cantares" (1574)



viernes, 2 de noviembre de 2012

¡ÁBRETE, SÉSAMO!




Apriti Sesamo (Battiato, 2012)

Ábrete, Sésamo
ábrete, Sésamo,
ábrete, Sésamo.

Sonreía Sherezade y sus dientes, como hilos de perlas,
como piedras de granizo, como flores,
centelleaban al sol por la grandeza de Alá.
De su boca, las más bellas historias cobraban vida para el Rey.
Comenzó así la bella a contar sobre Alí Babá y los cuarenta ladrones.

Ábrete, Sésamo,
ábrete, Sésamo,
ábrete, Sésamo.

Alí había seguido, escondido como una sombra, una banda de ladrones.
Caminaban por el bosque en fila india.
Llegaron delante de una gran gruta escondida por matorrales. 
Su jefe, imperioso, ordenó: ¡Sésamo, ábrete!
La roca giró sobre sí misma y, como una puerta, se abrió de par en par: 
monedas de oro, piedras preciosas, sables centelleantes y alfombras de Bukara.

Tinajas de vino preciado, vasijas llenas de luz lunar que iluminaban a su alrededor para el placer de los ojos.

Cuando los ladrones se alejaron al galope y estaban ya lejos
Alí Babá se armó de coraje
(y palpitaba su corazón como mil caballos),
asustado y temblando repitió la fórmula mágica: ¡Sésamo, ábrete!
La roca giró sobre sí misma y como una puerta se abrió de par en par
En ese punto, alzándose el día, Sherezade se detuvo y la historia terminó.