viernes, 12 de julio de 2013

ZAZEN






Sentado inmóvil, de mí mismo
y del mundo me olvido, y creo que yacen
sueltos mis miembros, que ningún espíritu
ya los conmueve y su quietud antigua
se confunde al silencio de aquel sitio.

(Giacomo Leopardi, Canto XVI)