Nacida en Tenesse en 1957, cuando tenía un año Elvis Presley besó su mano. Tras estudiar en el Kansas City Art Institute y llevar a cabo experimentos como la escultura sonora de una pollera metálica amplificada, Fullman descubrió accidentalmente a comienzos de los ochentas el sonido de cuerdas largas longitudinalmente vibrantes. Desde entonces desarrolló el LSI (Long String Instrument), consistente en alrededor de ochenta cuerdas extendidas horizontalmente en una longitud de veinticinco metros (y hasta 45 metros en Work for 4). Fullman considera, a la vez, a la escultura como música y a la música como escultura, y entiende la armonía como algo dimensional: la escala diatónica se expande en el aire en una proliferación y resonancia de matices.
Los tres y hasta cuatro intérpretes que participan en la ejecución del LSI en este disco deben poner en acción todo su cuerpo, los brazos abiertos, el paso demorado, las rodillas y las caderas levemente flexionadas.De ahí el sentido obvio del título. Pero por resonancia, Body music también podría estar indicando el sonido del cuerpo. ¿Cuál es el sonido del cuerpo? Otro artista sonoro, Fuyuki Yamakawa, utiliza su propio cuerpo como instrumento. Mediante el uso de un estetoscopio electrónico y un micrófono de contacto registra el latido del corazón y su respiración, respectivamente. Pero no es este el caso de Fullman. Ella más bien produce una música que podría ser del cielo, pero su audacia no reside en apuntar alto y perderse de vista, todo lo contrario; ese cielo, comprende la compositora e intérprete (que además da clases de lo que llama "meditación sonora") comienza y termina en el propio cuerpo. Sólo así, la música del cielo es la música del cuerpo y la música del cuerpo es la música del cielo.
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