jueves, 30 de agosto de 2012

LENGUA EN DULCE TRANCE




El cuerpo que enseña danza suavemente su conocimiento para que la asistencia entre en trance como él y, por la imitación virtual de sus gestos, algunas ideas ingresen en las cabezas por los músculos y los huesos, sentados e inmóviles, pero solicitados, arrastrados hacia un comienzo de movimiento, tal vez incluso por la pequeña giga del escrito. Los oyentes adoptan las mismas posturas imaginarias que los durmientes que sueñan; fascinado, el cuerpo mima la forma indicada por el bailarín-modelo y su relato o se imagina mimarla: aquí tenemos, ya, un esquema instalado.
(...)
Trance suave, ¿qué significa esto? Dos cosas, una de las cuales dura. En su origen violento, transir quería decir, en efecto, entrar en agonía: un cadáver esculpido se llamaba un "transi". (...) ¿Qué peligro debe correr el cuerpo que enseña para solicitar la atención? Que se sumerja humilde en el saber que lo supera infinitamente, y que embarcado en ese mar, a riesgo de perderse, se pelee con el error, con el ruido, con el balbuceo... (...)
Trance suave, también por el lenguaje: que un minúsculo demonio lúcido se acurruque en la caverna de tu boca, ¡a qué gimnasia no habría de asistir, de la glotis y de la lengua contra las encías, los labios, el paladar, a qué ballet! Así como el escrito danza la giga, por trencillas y rizos de los dedos y los rasgos, la palabra ejecuta mil y una contorsiones físicas. Suave, aquí, quiere decir que el trance desciende toda una escala de tamaño y de potencia, del cuerpo a uno de sus pequeños órganos, como si, de lo concreto a lo abstracto, el pasaje requiriera un modelo reducido intermediario. Entre la cosa y su esquema, lógico o formal, se aloja la miniaturización de los actos y de las posiciones del cuerpo. (...) la columna de aire expelida por el tórax y la laringe rompe, continúa o modula su emisión ruidosa y sonora según las figuras, los zigzags y las barreras de esta danza de la lengua. Vocalizaciones, llamados, gritos, confesiones, frases dichas modelizan, miniaturizándolas, las metamorfosis del cuerpo. (...)
Esas miniaturizaciones sucesivas, ¿llegan hasta los ballets que los ácidos y las proteínas ejecutan en los organitos de las células y hasta las combinaciones de átomos en los cristales y las moléculas? ¿Qué coreografías codificadas hay que descifrar en cada nivel de la escala de los tamaños?


(Michel Serres, "Variaciones sobre el cuerpo")