miércoles, 9 de junio de 2010

LA PALABRA ENCONTRADA




Foto de Asako Narahashi


No se llega a beber lo suficiente
para alcanzar bebiendo la grandeza.
Es por eso que el hombre descabeza
una botella, y otra, enteramente.

Guillermo Saavedra, "La causa del alcohol", en La voz inútil (2003)



Vivimos en el equívoco. Un equívoco que, en los mejores de los casos, insufla de vida a las palabras, pero siempre de manera deficitaria, de modo que no sea posible revertir, mediante ese procedimiento, el orden causal de las cosas. Los mejores de los casos quiere decir la poesía, por ejemplo. La poesía como un intento, siempre infructuoso, de llegar al origen del mundo, esto es, de que revirtiendo la encarnación del lógos como causa primera, la carne se haga palabra (como causa última). El fracaso radical de esta empresa recae en el desfase entre el Verbo original (metafísico) que se busca y el verbo gramatical que se encuentra. Es decir que el absoluto que se busca no es encontrado, pero en cambio se encuentra un verbo conjugable, esto es, relativo a la persona. Y este verbo personal se vuelve una suerte de lugar ejemplar de la carne, en tanto exhibe su debilidad ontológica.
La palabra encontrada (que Picasso, de acuerdo con su célebre declaración, había dejado de buscar), fascina justamente por su carácter, digamos, kenótico, que nos devuelve al misterio original. 
Confiemos, entonces, en la derrota de la poesía, siempre que se trate de una derrota vital, una derrota que, como procedimiento, asegure su victoria.






Del mundo (Giovanni 'Lindo' Ferretti)


Hubo un tiempo en que el mundo era joven fuerte
Oloroso de sangre fértil
Abundante en luchas multitudes
Esplendía pretendía mucho…

Familias mujeres embarazadas fregamientos
Caras piernas panzas brazos…
Demora de la carne reserva de calor
Sabor y familiar olor…

Es cavidad de mujer que crea el mundo
Vela sobre el tiempo y lo protege…
Contiene miembro de hombre que se para y empuja
Insatisfecho luego destruye…

Nuestro mundo es ahora débil y viejo
Apesta la sangre derramada e infecta…
Hubo un tiempo en que el mundo era joven fuerte
Oloroso de sangre fértil…

Demora de la carne reserva de calor
Sabor y familiar olor…
Nuestro mundo es ahora débil y viejo
Apesta la sangre derramada e infecta…

Pobreza magnánima mala ventura
Concede compasión a tus hijos…
Glorifica la vida, y gloria sea
glorifica la vida y gloria es…