domingo, 28 de abril de 2013

DESVÍO EN EL EQUILIBRIO





El filósofo francés Michel Serres reflexiona sobre el cuerpo, no como un objeto de estudio que observa desde afuera, sino como experiencia inmediata de la cual, sin embargo, consigue establecer la distancia que es necesaria para poder referirse a ella. En el fragmento que copio a continuación se refiere al equilibrio inestable. ¿Está hablando sobre su práctica de alpinismo? Seguramente, pero su reflexión también alcanza a dar cuenta de un aspecto de la existencia que a veces se llama, de manera no del todo metafórica, "camino", y que puede constituirse en una práctica. El equilibrio en pie, dice Serres, no es "estable sino inestable, mejor todavía, metaestable, invariable por variaciones, se construye como un refugio o un hábitat, se compone como una partitura de música, sobre epiciclos frágiles o minúsculas elipsis rápidas, levas cepilladas, pequeños tropezones recobrados".


EXISTENCIA COMO DESVÍO EN EL EQUILIBRIO
(Michel Serres, en Variaciones sobre el cuerpo)

Cuando uno se mantiene en la cima de una cresta afilada suspendida sobre el vacío vertical, basta con una sola incitación; por mínima que sea, ésta puede precipitar al abismo; hay que caminar derecho. Sentado en la cavidad del valle, por el contrario, cualquier fuerza que aparta de esta posición se invierte y la gravedad basta para restablecer a cualquiera en ese fondo. Los sabios llaman a estas dos posiciones: equilibrio inestable, en lo alto de un círculo, y estable, en su parte baja; se necesitan todas las fuerzas reunidas para conservar el primero, pero basta con la más pequeña para destruirlo; cualquiera restablece el segundo, que es indestructible. Del mismo modo, el silencio de los órganos exige el mutismo de todos, mientras que el menor malestar mezcla a la salud transparente una gota que la enturbia por entero; porque el dolor más local ocupa y recluta la totalidad del cuerpo, mientras que el placer, exclusivo, requiere su total colaboración, sin una sola piedrita que moleste en el talón. 
(...)
Ahora bien, misteriosamente, a menudo el cuerpo puede desbaratar esas leyes de estática. Jugando su parte fuera del equilibrio, enfrentando los límites... logra establecer otra base alta, en la inestabilidad. Pero si sabe construir ese nuevo estado fuera del antiguo equilibrio, puede pensar entonces que la misma vida se establece desde el comienzo por un primer desvío desde todo punto de vista semejante a ése. Esta posición varias veces expuesta, secreto envuelto de la vida en general y de las existencias singulares, lo hace salir del dominio real para entrar en el potencial. Sí, el cuerpo existe en potencia, en todos los sentidos imaginables. Sin esta nueva evidencia, ¿cómo comprender el progreso del entrenamiento, el segundo aliento, el estado de forma, la explosión de vida, la adaptación, la comodidad más allá del dolor, la misma virtud?


(en esta ilustración de Sato Zenchu se ven un montón 
de monjes practicando kinhin o meditación caminando)