domingo, 16 de junio de 2013

LA FILOSOFÍA DE LOS PIES




Ashi no shisôka (Michitarô Tada; Karada, El cuerpo en la cultura japonesa)

El descenso de la salud comienza por los pies. Más importante que cualquier otra medida, uno debe tomar la de caminar. Edith Hanson, una persona de lo más interesante, es una entusiasta de trepar los árboles y caminar muchísimo. Es altamente posible que sea ella la mayor filósofa de los pies en el mundo actual.
Tanto los investigadores de la medicina como los médicos mismos nos dicen que es bueno caminar y que, por ende, los pies son inapreciables. Pensaba que esto era un saber elemental, algo arraigado en el sentido común, pero parecería no ser así. Las maneras de vivir en este mundo realmente son difíciles de comprender.
Desde ya que es significativo y deseable conversar, uno con el otro, pero también es importante conseguir y mantener la paz mental. Nuevamente uno podría pensar: "bien, eso es sentido común", pero me temo que tampoco en este caso resulta ser del todo así. Por ejemplo, el domingo por a tarde me encontraba mirando distraídamente cómo crecían las plantas en el jardín de casa, cuando de repente fui atacado con estruendosa virulencia por el teléfono. "Por favor, en la próxima clase háblenos sobre la paz mental. En la época actual, no hay nada más importante", dijo una hermosa voz femenina. Me quedé pensando: si ella ya sabía eso, ¿por qué no supo concederme un poco de paz mental para un domingo? Las maneras de vivir en este mundo realmente son difíciles de comprender.





En una entrevista televisada aquí, Edith Hanson habló de su estilo de vida y cuánto le gusta caminar. Unos minutos después de terminar el programa, le informaron que había llegado el auto que la llevaría adonde ella necesitara, como una atención de parte de la producción. Con un tono modesto ella murmuró una frase que no alcancé escuchar claramente, pero que me pareció algo así como simplemente: "Me gusta caminar". Vemos así que los canales de televisión se consideran representativos del mundo, conocedores de lo que todos haríamos y querríamos. Una vez más entonces, me encontré pensando que las maneras de vivir en este mundo realmente son difíciles de comprender.
Los pies y las piernas deben vivir en la oscuridad de la ignorancia. Desde la mente, sabemos de la importancia de caminar, pero los pies y las piernas aparentemente no están enterados de eso. La persona que no se lava la cara, por lo menos una vez al día, es realmente insólita. Desde que el gran Dôgen fue a estudiar a China, senmen (el lavado de la cara) y youji (el escarbadientes) han llegado a ser básicos en todo lo que se entiende como costumbres sociales. Al menos una vez por día me veo el rostro reflejado en el espejo. En todo el mundo los pueblos civilizados han conseguido que esta práctica sencilla sea adoptada generalmente.
También quizás sea infrecuente de ver, pero todavía existen aquellas personas que, a diario, masajean los puntos de presión de sanri. ¿Qué es sanri?, preguntará la gente actual. Bien, a lo mejor se reirán de ideas tan poco científicas, pero hay un sitio puntual, muy importante en la planta del pie. Respondo de esta manera, pero la mayoría de la gente toma la explicación como si fuera algún tipo de chiste frívolo. El rostro es una cosa, mientras que uno rara vez mirará con interés las plantas de los pies, salvo en el caso aislado de padecer pie de atleta o un callo. Ni hace falta mencionar, por ejemplo, que nadie se interesa en lo más mínimo por obserrvar las plantas de los pies de una cantante popular como Seiko Matsuda. Los pies se encuentran escondidos, velados o hundidos en las zonas más oscuras de la conciencia social. Por eso, la señora Hanson es una auténtica pionera de la filosofía de los pies.