Tal como aparece en Filosofía de la India (Tola, Fernando; Dragonetti, Carmen) copio la traducción que los autores hacen de algunos fragmentos del poema Astronomica, del poeta latino Manilio (siglo I después de Cristo) siguiendo la edición de G. P. Goold. En el libro, este poema está citado como caso de la exposición de la idea de Orden Cósmico en Occidente, cotejándola con el concepto sánscrito de rita.
I, 28-33
¿Quién dotado de un corazón humano
se hubiera atrevido a tanto:
desear contra la voluntad de los Dioses
aparecer él mismo como un Dios,
descubrir los caminos del cielo
y por debajo de la bóveda celeste y a través del espacio
los astros que obedecen a sus propios límites?
I, 63-64
[...] (la experiencia) descubrió que los astros
dominan con silenciosas leyes
y que todo el mundo es movido por una razón eterna [...]
I, 139-144
[La tierra, el fuego, el aire y el agua]
construyeron la esfera del mundo
y prohíben que se busque algo más allá de ellos,
pues ellos solos crearon todo,
y lo frío está junto con lo cálido
y lo húmedo con lo seco
y lo etéreo con lo sólido
y reina esta discordia concorde,
que da origen a nexos eficaces
y a una obra destinada a crear,
y torna a los elementos capaces de dar origen a todo [...]
I, 182-185 y 188
No puedo creer que los astros surjan de fortuitos orientes
ni que una vez tras otra nazca el mundo,
que el sol llegue a ser en recurrentes partos
y que sus destinos duren un solo día,
cuando vemos que a través de los siglos
los astros conservan la misma faz
y el mismo Febo sale de las mismas regiones del cielo
y la luna pasa por los mismos cambios
de resplandor y de forma,
y la naturaleza observa los caminos
que ella misma se ha trazado [...]
I, 475-479
[Los astros] no conocen diversos ponientes y diversos regresos,
todos ellos salen, precisos, para difundir sus propias luces
y con orden conservan sus natales y sus ocasos.
Ni nada es más admirable en tan inmensa mole
que el orden y que todos ellos obedezcan a rigurosas leyes.
I, 459-500
Pero, ¿por qué vemos levantarse a los astros
en ordenadas alternancias
y seguir sus cursos
como por una autoridad prescriptos
y que, porque ninguno se apresura, ninguno queda atrás?
¿Por qué las mismas estrellas
adornan las noches del estío
y siempre las mismas las del invierno,
y cada día al nacer su consabido aspecto
le devuelve al mundo
y su consabido aspecto al concluir le deja?
III, 64-65
A aquellas [estrellas] la naturaleza las sometió a un orden
y consagró para cada una sus propias alternancias
y todo lo sancionó en todo el universo [...]
Más adelante, se cita a M.D. Chenu que, en La théologie au douzième siècle cita, a su vez, a diversos autores medievales, entre ellos Honorius d'Autun, Liber XII questionum, que dice:
"Todas las cosas concuerdan armoniosamente, al observar cada una la ley que le es ínsita."
Las imágenes pertenecen a la serie Evening star (1917) de Georgia O'Keeffe.