domingo, 21 de junio de 2009

OTOÑO

(CELEBREMOS HOY LA CARNE EN NUESTROS HUESOS)








BELLEZA

Cuando ves un edificio avejentado o un puente oxidado, estás presenciando el trabajo conjunto del hombre y la naturaleza. Si pintas el edificio, pierde toda la magia. Pero si le permitimos envejecer, la naturaleza se suma al trabajo de construcción del hombre: el resultado es orgánico.
Sin embargo, con frecuencia la gente ni siquiera se plantea permitir algo así, sólo se les ocurre a los escenógrafos.

DAVID LYNCH, Catching the Big Fish









Este otoño fue novedoso para mí. Fue, de hecho, un otoño raro porque tardó más que de costumbre en separarse del verano. Pero para mí fue particular por otro motivo.

Con la conciencia del cuerpo físico (Sthula Sharira en el yoga) más desarrollada que en otoños anteriores, pude sentir el frío de una manera nueva, entregarme a su medida y disfrutar de su dominio con más sentido y menos pasión.

El frío, experimentado con conciencia, es como una contraseña que permite acceder al conocimiento de un estado de cosas a las que atiende y sobre las que interviene. La visión de un árbol con la rudeza de sus ramas comenzando su período de ascesis, las pocas hojas prendidas (y, ya que estamos, encendidas) a las ramas, y la leve vibración que el viento del otoño insinúa en la madera; ese posible estado de cosas, con la envoltura del frío, se abstrae, en su vitalidad, de la organización del cemento que opone, por suerte sin éxito, una quietud planificada con los límites de su propia explicitud al plan presumiblemente autosuficiente (y desde ya misterioso) del mundo orgánico. La experiencia del camino de la abstracción tuvo inicio, esta vez, con mi cuerpo atravesado por la envoltura del frío, atento a las leyes físicas y a la disposición sensible de su presencia.

Al recorrer con conciencia la abstracción se puede tener experiencia de ella. Hay grados de la abstracción en cada escena, hasta llegar a lo que sería una forma concreta de la abstracción, obtenida, tal vez, al aplicar la operación de la abstracción a ella misma. A esta última forma concreta, insoslayable, le diría experiencia de la atención plena. En el orden de los acontecimientos, no es una experiencia definitiva, en todo caso será definitoria. Pero la poesía se encarga de un orden más sutil, perentorio cada vez. Y en él también vivimos. Fue un otoño muy feliz con la práctica de este recuerdo.









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I SEE WHO YOU ARE --Björk

I see who you are
behind the skin and the muscles
I see who you are
and when you'll get older later

I will see the same girl
the same soul
lioness, fireheart
passionate lover

and afterwards
later this century
when you and I have
become corpses

let's celebrate now
all this flesh on our bones
let me push you
up against me
tightly
and enjoy every bit of you

let's celebrate now
all this flesh on our bones
let me push you
up against me
tightly

let's celebrate now
all this flesh on our bones
and enjoy every bit of you

I see who you are