sábado, 27 de febrero de 2010

TODO EL UNIVERSO OBEDECE AL AMOR

Dos canciones, digamos, de amor. Las dos escritas por Franco Battiato y Manlio Sgalambro. En la primera, Battiato canta con Alice. En la segunda, con Carmen Consoli.


 Christopher Holly (1981), Robert Mapplethorpe




1. Como un sigilo (Come un sigillo; Battiato, Sgalambro, 2003)

Ponme como un sigilo en tu corazón,
así quedaré impreso en ti para siempre.

Y tú pasabas apenas los sutiles dedos por el prepucio,
luego rozabas el glande y los sentidos celebraban su esplendor
y era bello observarte,
confirmabas el mundo de la coexistencia material.

Ponme como un sigilo en tu corazón,
como un sigilo en tus brazos.

Pronuncio tu nombre contra cualquier desventura.

Vencía la tristeza tu soplo vital herético,
seguía las gacelas veloces
como el sueño que me pasa por al lado
y era bello observarte,
confirmabas el tiempo de la coexistencia material.


Tulip (1985), Robert Mapplethorpe

Ponme como un sigilo en tu corazón,
como un sigilo en tus brazos.

Porque cuando esté en el exilio
y en la penumbra permanezca en las noches oscuras
inconsciente del devenir...

ponme como un sigilo en tu corazón...




2. Todo el universo obedece al amor (Tutto l'universo obedisce al amore; Battiato, Sgalambro; 2008)




Rara la vida de a dos, hecha de leves gestos
y afectos del día, consistentes o no,
hace falta moverse como huéspedes, llenos de premura
con delicada atención para no molestar…

Y es en ciertas miradas
que se ve el infinito

Chillan los autos como bisontes enfurecidos,
las calles son praderas
junto a rascacielos asolados,
cómo podemos tener escondido nuestro acuerdo

Y es en ciertas miradas
que se entrevé el infinito.

Todo el universo obedece al amor,
cómo podés tener escondido un amor.
Y es así
que nos retiene en sus cadenas,
todo el universo obedece al amor.

Cómo podemos
tener escondido nuestro acuerdo.

Y es en ciertas miradas
que se esconde el infinito.

Todo el universo obedece al amor…