jueves, 8 de julio de 2010

NOTAS AL PIE DEL ESPÍRITU




Estoy leyendo un libro del filósofo español Luis Farré. Se trata de una Breve historia de la espiritualidad, que recorre las tradiciones espirituales de oriente y occidente desde una lectura insoslayablemente cristiana. Lo que dejo acá es un subrayado del Capítulo I (Ser humano, espiritualidad y misticismo) hecho con un criterio un poco personal. Pero no es un subrayado del cuerpo del texto sino de sus notas al pie, ya que estas aparecen como una forma de genuflexión, digamos, del pensamiento del autor. ¿Acaso una topografía de la unión mística no podría colocar en la nota al pie el lugar del encuentro entre el alma en fuga del cuerpo texual y el Gran Cuerpo de la literatura? Una nota al pie que diga: Salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada.




1 "La reflexión no es otra cosa que una atención a lo que está en nosotros" (Leibniz).
2 Todo ser viviente, vegetal o animal, muere; pero el hombre sabe que ha de morir. Aunque, como escribe San Pablo: "Pues hemos tenido sobre nosotros mismos la sentencia de muerte; para que no pongamos nuestra confianza en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos" (II Corintios, 1:9).

8 Stultorum numerus est infinitus, el número de los alienados, extraños a sus verdaderos problemas, es ilimitado, declara con pesimismo una sentencia latina.

12 "La experiencia de Dios no es una experiencia singular junto a otras... Más bien... constituye la profundidad última y la dimensión radical de toda experiencia personal-espiritual; recuérdase el Deus intimior meo, Dios lo más íntimo a mí, de San Agustín" (Karl Rahner, teólogo jesuita).

14 "No se puede hablar demostrativamente de la existencia de Dios. Lo único que se puede hacer es enfrentarnos vitalmente con ella y experimentarla" (Gehrard Pfahler).
15 "Para que tengamos alguna garantía de ser de la misma opinión, a propósito de una idea particular, es al menos preciso que no hayamos sido de la misma opinión. Si quieren verdaderamente comprenderse, dos hombres tienen primero que contradecirse. La verdad es hija de la discusión y no de la simpatía" (G. Bachelard).





17 La espiritualidad y el misticismo apuntan como su final objetivo a Dios. "Es cierto que Dios no está ni puede estar al cabo de un razonamiento y una existencia... Pero lejos de deducir a Dios de cualquier premisa, sea la que sea, la argumentación sobre Él consistirá siempre en el reconocimiento de su existencia en el seno de una realidad percibida en su contingencia. En el hueco de lo visible se adivina lo invisible". (Didier E. Proton).

21 El verdadero sabio, no por los conocimientos, sino por su manera de ser se parece a "Un reloj luminoso contra el firmamento / Proclamaba que el tiempo no es bueno ni malo / Ha sido uno de esos que saben qué es la noche" (Robert Frost, poeta norteamericano).

25 Los místicos turban la normalidad rutinaria, frecuentemente acomodada. Los más exquisitos han sido víctimas de la incomprensión y de la persecución. Recordemos a Meister Eckhart, Juan de la Cruz, Sören Kierkegaard.

27 "Este Dios dipolar es simultáneamente absoluto y de modo supremo relativo. Este concepto dipolar, un concepto límite cuando lo aplicamos analógicamente a Dios parece un medio genuinamente coherente en que la visión escrituraria central de que solamente un Dios amante y relacionado es únicamente Dios" (David Tracy, teólogo católico norteamericano).




32 En la vida de Teresa de Jesús se cuenta que la monja encargada de la cocina se lamentaba del escaso tiempo de que disponía para la oración. Teresa le respondió: "También entre los pucheros anda Dios".

37 Parecen ignorar el texto evangélico: "No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar" (Evangelio de San Juan XIV 1-2).
 38 Entre el fanático y el idólatra existe bastante semejanza. En la presunta religiosidad de ambos predomina el yo individual por encima de la trascendencia divina. Sin fe serían imposibles las relaciones humanas, por ejemplo la vida conyugal. "Aún no sabemos casi nada y querríamos adivinar esa última palabra que no nos será revelada nunca. El frenesí de llegar a una conclusión es la más funesta y estéril de las manías" (Gustavo Flaubert).

42 "Dejad creer a quienes quieren creerlo que somos miserables en las dificultades de poder realizar los grandes propósitos. Es en la ociosidad y en la pequeñez donde la virtud sufre, cuando una prudencia tímida la impide remontar el vuelo y la hace arrastrarse en las ataduras que la traban; en las grandes dificultades la misma desdicha tiene sus atractivos, porque la oposición de la suerte eleva a los espíritus valientes y los hace concentrar todas las fuerzas que hasta entonces no habían empleado" (N. Vauvenargues).

45 "El único tirano que acepto en este mundo es la pequeña y sosegada voz interior" (Gandhi).



(Imágenes de Giotto di Bondone)