Ocaso occidental (en Orizzonti perduti, 1983)
Volverá la moda de los viquingos,
volveremos a vivir como los bárbaros.
Friedrich Nietzsche era vegetariano,
escribió muchas cartas a Wagner
y yo me siento un poco caníbal y no escribo jamás a nadie,
no tengo ganas de leer ni estudiar,
sólo pasear siempre avanzando y retrocediendo
por la avenida o la galería,
y el placer de un cigarrillo
por el gusto del tabaco,
no me hace mal.
Volverá la moda sedentaria
de los viajes imaginarios y de la masturbación;
el analista sabe que la familia está en crisis
desde hace varias generaciones
por ausencia de padres,
y yo, que soy un solitario, no lo consigo,
para tener disciplina hace falta demasiada voluntad.
Me gusta observar a mis conciudadanos
especialmente los días de fiesta
con banderas afuera de los autos
a la salida de la cancha
y me divierte
el placer de un cigarrillo
por el gusto del tabaco.
Magic shop (L'era del cinghiale bianco, 1979)
Está el que empieza con un raga de la tarde
y termina cantando La paloma
y días de ayuno y de silencio
para hacer los coros en las misas tipo Amanda Lear.
¿No ves que la Edad de Oro
era apenas la sombra de Wall Street?
La hoz no hace pensar más en el grano,
el grano, en cambio, hace pensar en la plata.
Y más se crece y más ocupaciones nuevas,
los artistas pop, los manifiestos en los muros,
los mantras, los hare hare a mil liras,
el esoterismo de rené Guénon.
Una señora vende cuerpos astrales,
los Buddas van sobre la cómoda,
deduzco de una frase del Evangelio
que es mejor un obrero que Le Corbusier.
Eterno es todo el arte de los Museos,
simpáticas las pirámides de Egipto,
un poco naifs los Lamas tibetanos,
lúcidos y geniales los periodistas.
Supermercados con sección sagrada
que venden los inciensos de Dior,
rúbricas abiertas sobre los pelos del Papa.