lunes, 16 de agosto de 2010

FUKANZAZENGI




Lo que sigue es el comienzo del Fukanzazengi (Proclamación universal de los principios de la meditación sentada), texto troncal de la rama Soto del zen escrito por el fundador de la misma, Eihei Dôgen (1200-1253), a los 27 años. En los monasterios, la recitación de este texto es una práctica diaria.






El camino que buscas es universal y completo: lo incluye todo, incluye a todos. ¿Cómo podría depender de la práctica o de la realización, tuya o de otro? El ámbito de la realidad es vasto y su puerta de acceso libre de obstáculos. Entonces, ¿por qué el hombre sigue necesitando esforzarse y concentrarse en hacer o andar el camino? A decir verdad, la contextura inabarcable de lo real está más allá y más acá de la suciedad del mundo. Sin embargo, ¿quién podría creerse capaz de quitar toda esa roña? El camino nunca es distinto de cualquier otra cosa. Siempre es lo mismo: allí donde tú estés, está presente. ¿De qué sirve entonces practicar? 

Sea como fuere, si entre tú y el camino se produce una fisura, por estrecha que sea, el foso resultante es más grande que el espacio entre el cielo y la tierra. Si manifiestas la menor preferencia o la menor antipatía, tu espíritu se pierde en la confusión. Cuando te jactas de estar bien dotado para percibir la sabiduría que todo lo penetra, cuando fantaseas sobre tu propio despertar, o incluso cuando imaginas haber abarcado el camino y tocar el cielo con las manos, sólo muestras estar muy errado: eres un vagabundo en los suburbios de la claridad. En tales circunstancias, prácticamente has perdido el rumbo de tu verdadera emancipación.

Toma en cuenta un hecho simple: el mismísimo Buda (el príncipe Siddharta, ése que llaman Despierto) tuvo que sentarse durante seis años (se mantiene perenne la influencia de esos años sentado en postura de loto, completamente inmóvil). También toma en cuenta a Boddhidharma (equivale a Iluminado): ¡nueve años meditando de cara a la pared, incluso después de haber alcanzado la sabiduría intrínseca! Si esto sucedió con los muy diligentes santos antiguos, ¿cómo los hombres comunes de hoy en día quedaríamos dispensados de andar el camino? 

En consecuencia, abandona toda práctica basada en una pura comprensión intelectual, como la de quienes corren detrás de las palabras y se atienen a su sentido literal. Debes aprender el giro que enfoca la propia claridad hacia adentro, iluminando tu naturaleza verdadera. Entonces tu cuerpo/mente (tu ser) se difuminará por sí mismo, emergiendo tu rostro original. Si quieres llegar a ser-así, sin ninguna demora practica ser-así






Camino: (el dharma: desde el punto de vista de la experiencia personal de conocimiento y práctica; el tao: camino que se recorre sin meta, o sea shikan: sin más).

Práctica: shugyo (empeño sin fin ni final; vuelta sin vuelta).

Realización: shusho (usa otro kanji y significa progreso, promoción).

Ámbito de la realidad: dharma (la realidad concreta, tal cual es, el conjunto de todas las cosas tal y como son).

Puerta de acceso: homon (alude al instrumento o medio eficiente para conseguir algo: hoben).

Contextura de lo real: dharmakaya (cuerpo indescriptible, aspecto grandioso, inabarcable, de la realidad o de las cosas como son).

Suciedad: klesa (mancha de cualquier tipo, en el plano de la actitud o el comportamiento; impureza).

Foso: tenchikenkaku (alejamiento abismal entre el cielo y la tierra).

Sabiduría penetrante o intrínseca: prajna paramita (intuición de la totalidad real; conocimiento más allá de cualquier intuición).

Despertar: bodhi (estado de conciencia que reúne dos componentes en apariencia opuestos: la tranquilidad relajada y la agudeza perceptiva).

Claridad: satoru, satori (aclaración, esclarecimiento, tras-lucidación; etimológicamente, es sho: experiencia, experimentar, certificar, ser cerficado, y también caer en la cuenta, intuición).

Emancipación: kensho (franqueamiento, liberación).

Despierto: buda (el que está atento, despejado; si se refiere a una persona concreta, Buda designa a Siddharta Gautama, Sakyamuni).

Sentarse: suwaru.

Posición de loto: kekka fuza (padmasana).

Iluminado: Bodhidharma (ancestro indio nº 28 y primero de la China, s. V-VI).

Hombres comunes: bonbu (seres vulgares sin conocimiento).

Comprensión intelectual: ryumonji (atenerse a las palabras, depender de lo escrito).

Giro: ten (significa: transformar, girar, cambiar, moverse).

Naturaleza de buda o naturaleza verdadera: bodhicitta (condición, cualidad o carácter búdicos; designa la posibilidad misma de despertar).

Cuerpo/mente: shinjin (en cuanto que se complementan, se refieren a sati; ver también: ser).

Ser, verdadero ser: om/ha/hum, corresponden a cuerpo/habla/mente (situados respectivamente en la mente, la garganta y el corazón; designan la globalidad de aquello que cuando hablamos decimos ser “uno mismo”; por otra parte smriti o sati expresa la compenetración entre el cuerpo y la mente en su accionar cotidiano; kayagatasati indica que la compenetración se busca de forma metódica).

Difuminarse por sí mismo: datsuraku (descubrirse co-extensivo con el universo).

Así: tathata (la condición metafísica de ser las cosas tal y como son).



Traducción y glosario: Alberto Silva